La metiltestosterona puede ser algo eficaz para el culturismo debido a sus propiedades anabólicas, pero generalmente no es una opción preferida.
Ganancias musculares moderadas: Puede ayudar a promover aumentos moderados en la masa muscular y la fuerza, particularmente en usuarios con niveles bajos de testosterona. Sin embargo, sus efectos anabólicos son generalmente más débiles en comparación con otros esteroides anabólicos como Dianabol o Trembolona.
Mayor agresión y motivación: Puede aumentar el impulso mental y la agresividad, lo que puede beneficiar el rendimiento en el entrenamiento de fuerza, aunque este efecto varía entre los individuos.
Inicio rápido pero de corta duración: La metiltestosterona actúa relativamente rápido debido a su forma oral, pero tiene una vida media corta y requiere dosificaciones frecuentes, lo que puede sobrecargar el hígado.
Efectos secundarios y toxicidad: Las dosis altas o el uso prolongado conllevan riesgos importantes, como toxicidad hepática y efectos secundarios relacionados con los estrógenos (p. ej., retención de líquidos, ginecomastia). Estos efectos lo hacen menos favorable para muchos deportistas en comparación con otras alternativas.